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Un nuevo camino de impacto con Kaudal

Actualizado: 19 jul 2021

Mi historia como emprendedor comienza en el 2013 acompañado de mi esposa Mariana Costa y de mi amigo Rodulfo Prieto. Con ellos llegué al Perú después de vivir muchos años en los Estados Unidos. A los tres nos entusiasmaba el mundo del emprendimiento y compartimos un interés genuino de desarrollar una iniciativa que tuviera impacto en la sociedad.


Como muchos emprendedores teníamos las ganas y la fuerza para explorar. Emprender es un mundo apasionante, de muchas emociones que son difíciles de explicar. Estos sentimientos nos impulsaron a desarrollar varias iniciativas de todo tipo, la gran mayoría no vio la luz, pues al final no lograban conectarnos con un propósito capaz de movilizarnos. A pesar de eso tuvimos resiliencia, determinación, y muchas ganas de aprender y descubrir. Era evidente además que teníamos habilidades muy complementarias, y que de a poco confluían en una cultura de trabajo que aprovechaba todo nuestro potencial.


Probamos ideas por algunos meses, y al no tener nada tangible de por medio, decidimos empezar con una agencia web, pues al menos yo tenía la habilidad de construir websites que podíamos vender. A esta agencia la llamamos Ayu, y con ella empezamos un camino de exploración de las necesidades del entorno digital local.


La agencia web nos permitió construir redes de contactos, trabajar con muchas empresas para entender las dinámicas del pequeño sector tecnológico que existía en el Perú en ese momento. El tiempo pasó, y crecimos nuestro portafolio de clientes al punto de tener la necesidad de hacer crecer a nuestro equipo de tecnología. Buscamos, mucho, y fue muy complicado construir un equipo fuerte, con buenos valores, sólidas habilidades sociales, y principalmente diverso. En este momento es cuando nos damos cuenta del problema de la falta de talento femenino en el mundo de la tecnología, pues sabíamos desde un inicio que el poder de la diversidad del talento es clave para desarrollar servicios y productos de alta calidad. El interés de resolver ese problema nos llevó a crear el Bootcamp de Laboratoria.


El éxito fue inmediato, ganamos varios concursos de emprendimiento, y amplia cobertura en medios de comunicación local. Era claro que teníamos algo potente entre manos, y eso nos dio la confianza para expandirnos rápidamente a Chile y a México en el 2015. Aquí se unen al equipo de socios Marisol Alarcón y Gabriela Rocha respectivamente. Dos entrañables amigas de nuestra vida previa a ser emprendedores que creyeron en nuestra idea, y el potencial que habíamos construido como equipo.


Laboratoria crece y Ana María Martinez, esposa de Rodulfo, se une al equipo de socios para empujar el posicionamiento de la marca. Con mucho trabajo, y con grandes historias de nuestras estudiantes para contar y evidenciar el impacto del programa, Mariana es reconocida globalmente por el Presidente Barack Obama y Mark Zuckerberg. Este hito tan importante crea una plataforma maravillosa para Laboratoria, llevando a la organización a convertirse en un referente latinoamericano de alto impacto en la sociedad. Al mismo tiempo, este acontecimiento nos abre las puertas para trabajar de la mano de varios CEOs que nos invitan a re-entrenar a sus colaboradoras y colaboradores con esos valores y principios que nos impulsaron a estar en una plataforma regional como emprendedores sociales. Así nace en el 2017, Corporate Training, nuestro programa para empresas.


Seguimos expandiendo Laboratoria, y en el 2018 llegamos a Brasil, para iniciar nuestras operaciones en un país sumamente competitivo, y con el reto de hacerlo en portugués. Al mismo tiempo, el interés de muchas empresas por nuestros programas corporativos crece, y empezamos una exploración más profunda en ese espacio. Esto nos lleva a diseñar experiencias transformadoras con las bases del mismo modelo de aprendizaje del Bootcamp, evidenciando el potencial de las personas desde su lado emocional, para luego conectarlo a las herramientas que lo harían trascender.


El estallido social de Octubre del 2019 en Chile crea trabas importantes para que las estudiantes puedan llegar a nuestra sede física a participar del Bootcamp en Santiago. Esto nos empuja a experimentar con formatos remotos de aprendizaje, en respuesta a la situación del país. Este evento es un momento clave en el desarrollo de nuestros programas, pues sin aún saberlo decidimos adaptarnos a un contexto incierto y cambiante, que después será evidente con la llegada de la pandemia.


El diseño de experiencias de aprendizaje remotas abre una oportunidad increíble para ser más escalables y omnicanales, ayudando a las y los estudiantes del bootcamp y los programas corporativos a tener otros recursos para aprender e individualizar sus experiencias de aprendizaje.


En el 2020 como todas y todos, somos también impactados súbitamente por la pandemia, y esto nos empuja aún más a transformar nuestra operación y experiencias a un modo 100% digital.


Debo decir que a pesar de que empezamos con este proceso casi un año antes de la pandemia, fue muy estresante. No solo por la transformación de nuestro trabajo, sino porque en Laboratoria creemos mucho en el desarrollo de relaciones personales, pues es un elemento clave para construir equipos decididos a descubrir lo nuevo, y estudiantes abiertos a aprender y mejorar. La pandemia del trabajo 100% digital nos hizo dudar de nuestra capacidad de mantener las relaciones personales vivas y latentes.


Hubo mucha coordinación, estrés, e incertidumbre, pero al final encontramos el balance correcto en el equipo y la experiencia óptima para mantener el valor de nuestro modelo de aprendizaje para las y los estudiantes. Al final, las inversiones de tiempo y esfuerzo por crear una cultura de trabajo basada en la confianza, y en evidenciar y desarrollar el potencial de nuestro equipo fue esencial para encontrar un nuevo norte.


La pandemia nos fortaleció como organización y como personas, e hizo más relevante nuestro compromiso para crear oportunidades a través de experiencias de aprendizaje prácticas para el trabajo para las y los estudiantes a quienes atendemos. Así, en plena pandemia tomamos la decisión de abrir una nueva sede en Colombia, con un formato 100% remoto, y con la esperanza de ser un catalizador de oportunidades para más personas.


A pesar de la triste situación que han vivido varias de nuestras comunidades a causa de la crisis sanitaria y económica en el 2020 que todas y todos hemos vivido, logramos marcar nuevos hitos en nuestra historia que nos llenan de esperanza, y nos permiten seguir apostando por impactar a más personas. Al final de ese año logramos el objetivo de graduar a más de 2,000 mujeres del Bootcamp de Laboratoria, y a más de 10,000 estudiantes corporativos en más de 60 empresas.


Estos números nos alientan a creer que hay mucho más que podemos hacer, pues el impacto de la crisis sanitaria ha empujado a la sociedad a transformar sus comportamientos, hábitos y costumbres más naturales en interacciones digitales.


Por muchos años hemos debatido sobre la importancia de la transformación digital y cultural en las organizaciones, con el único fin de consolidar nuevas oportunidades de éxito para un futuro que aún parecía lejano y poco tangible.


Fui testigo de cómo muchas empresas de todo tamaño impulsaron iniciativas digitales para crear aplicaciones, websites, invirtieron en nuevos marcos de trabajo, metodologías, formatos ágiles, espacios comunes de oficina, y software, pero nada de eso fue suficiente cuando llegó el verdadero cambio en nuestras sociedades.


Olvidamos que detrás de todas esas inversiones hay personas con mucho potencial y talento, pero que olvidaron aprender a lidiar con la incertidumbre, los cambios radicales y la confusión. Lo peor de todo es que hoy, más que nunca, es evidente que el desarrollo de las habilidades humanas no ha sido priorizado, y por consecuencia nuestros negocios carecen de capacidades para pivotear, a pesar de contar con todas las herramientas necesarias.


Esas habilidades humanas, mal llamadas blandas, son las que hoy necesitamos para salir de esta crisis. Debemos evidenciar y desarrollar en el talento la capacidad de explorar, aprender, crear y adaptarse a lo desconocido, pues está claro que el contexto cambió, y los comportamientos y hábitos de nuestros clientes con el.


Siendo conscientes de estas transformaciones mis socios y yo decidimos crear Kaudal, una empresa hermana de Laboratoria con el objetivo de ayudar a personas y organizaciones a desarrollar y medir el progreso de su adaptabilidad ante el cambio.


Estamos convencidos que esta nueva aventura nos permitirá tener una propuesta clara y contundente para desarrollar de una manera distinta a nuestra sociedad. En donde apostemos por el potencial de las personas hoy y siempre, pues la adaptabilidad es la base para cambios presentes y futuros y para adquirir las competencias que sabemos que se necesitan hoy y las que no sabemos que se necesitarán mañana.


Kaudal, empresa hermana de Laboratoria, es y será una alternativa educativa para las personas y negocios de todos los tamaños que quieran generar nuevas oportunidades para su futuro en un mundo cambiante e incierto.


Nuestra historia comienza..., esperando que seas parte de ella.


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